
Para quienes están familiarizados con macOS, el comportamiento del dock de Apple puede resultar muy similar al de la nueva funcionalidad que está probando Microsoft en Windows 11. Sin embargo, a pesar de que sobre el papel puede parecer una idea prometedora, la ejecución actual deja sensaciones encontradas. Incluso para quienes prefieren los iconos pequeños, como es mi caso, la implementación resulta excesiva. La reducción del tamaño es tal que, en pantallas con resolución 4K, los iconos llegan a parecer diminutos fragmentos, prácticamente inapreciables, como si fueran granos de arroz esparcidos sobre la barra de tareas.
Esta situación plantea una reflexión importante: cuanto mayor sea la resolución de la pantalla, más pequeña parecerá la interfaz, especialmente si el sistema no ajusta correctamente la escala. Y es precisamente en este contexto donde entra en juego la nueva funcionalidad de escalado dinámico de iconos.
-Escalado de iconos en Windows 11: una función en fase beta
Microsoft ha introducido en el canal beta de Windows 11 el canal dedicado a pruebas preliminares del sistema una nueva opción que permite modificar el tamaño de los iconos en la barra de tareas de forma dinámica. Esta configuración se adapta al número de aplicaciones abiertas, buscando una gestión más eficiente del espacio disponible. Existen tres modos de funcionamiento entre los que el usuario puede elegir.
La primera opción, denominada «permanente», mantiene los iconos en su versión más reducida en todo momento, sin importar la cantidad de programas abiertos. La segunda, «nunca», conserva el tamaño original de los iconos tal y como se ha mantenido en la mayoría de las versiones de Windows 11 hasta ahora, independientemente de cuántas aplicaciones estén activas. La tercera opción, denominada «escalado progresivo», ajusta dinámicamente el tamaño: los iconos se mantienen grandes hasta que la acumulación de aplicaciones abiertas comienza a ocupar demasiado espacio, momento en el que se reducen automáticamente.
Esta función está pensada para optimizar el uso del espacio, sobre todo en pantallas pequeñas donde cada píxel cuenta. No obstante, su eficacia en monitores de gran tamaño es discutible. Desde una perspectiva práctica, en pantallas amplias esta reducción puede comprometer la legibilidad e incluso la experiencia de usuario, haciendo que los iconos resulten excesivamente pequeños y difíciles de identificar rápidamente. En esos casos, desactivar la función puede ser una mejor elección.
-¿Cómo activar el escalado dinámico de la barra de tareas?
Aquellos interesados en probar esta característica deben estar registrados en el programa Windows Insider y contar con la versión beta más reciente de Windows 11. Alternativamente, pueden esperar a que la función se libere en una actualización oficial futura. Una vez cumplidos los requisitos, su activación es relativamente sencilla.
Basta con hacer clic derecho en cualquier espacio vacío de la barra de tareas y seleccionar la opción «Configuración de la barra de tareas». Dentro de este menú, se debe acceder a la sección denominada «Comportamientos de la barra de tareas», donde se despliega una lista de configuraciones modificables. Al final de dicha lista, aparecerá la opción «Combinar botones de la barra de tareas y ocultar etiquetas». Para habilitar el escalado dinámico, es necesario seleccionar la opción «Cuando la barra de tareas esté llena».
Conviene tener presente que, a pesar de las similitudes con el dock de macOS, la experiencia no es comparable. Mientras que el dock de Apple modifica el tamaño de los iconos de forma animada y progresiva al interactuar con ellos, en el caso de Windows 11, los iconos mantienen su tamaño original hasta que el sistema detecta falta de espacio. En ese momento, se produce un cambio súbito y uniforme, reduciéndolos drásticamente sin transición visual alguna. Esta diferencia, aunque técnica, tiene implicaciones claras en la experiencia de uso.