Tus emails están llenos de imágenes invisibles por los cuáles te espían

Tus e-mails te espían. En serio, no estoy siendo paranoico: la mayoría de los correos que llegan a nuestras bandejas de entrada cada día hacen uso de un sencillo sistema de seguimiento que permite saber cuáles de ellos abrimos y cuáles no. Lo usan, sobre todo, las empresas y departamentos de marketing para analizar el impacto de sus ‘campañas masivas’ y saber qué e-mail se abren y cuáles no.

Este método es el conocido como ‘píxeles de seguimiento’: se trata de pequeñas imágenes de 1×1 píxeles incrustadas en un e-mail que has recibido. Suelen ser ficheros en formato GIF o PNG, lo que permite también que la imagen sea transparente.

Y así, al abrirlo en tu cliente de e-mail favorito, nuestro equipo accede al servidor donde se almacena la imagen, lo que le permite registrar la interacción. Así, el remitente no sólo es capaz de detectar si hemos abierto o no su correo, sino que también es capaz de saber cuántas veces lo hemos vuelto a abrir y, a no ser que usemos un servicio VPN, nuestra conexión le permitirá saber desde qué localización y dispositivo hemos accedido.

Más aún: hay estudios que demuestran que algunos anunciantes (y actores maliciosos) se dedican a vincular nuestra actividad con el e-mail con la que muestran nuestras cookies, lo que nos permite identificarnos desde donde sea que nos conectemos.

Nadie puede culpar a los responsables de marketing por recurrir a tan potente herramienta analítica, pero si valoras tu privacidad y no eres fan de tal ejercicio de monitorización encubierta, debes saber que hay formas de protegerse de estos píxeles de seguimiento.

-Cinco pasos para protegernos

Los píxeles de seguimiento son, como hemos dicho antes, invisibles. Aunque los grandes clientes y plataformas de correo electrónico (como Gmail y Outlook) no nos advierten de su presencia antes de abrir el email, todavía tenemos varias opciones para no caer en su trampa:

  • Recurrir a extensiones de terceros, como Ugly Email (sólo para Gmail), o Trocker (para Gmail, Yahoo y Outlook), que se integran con los clientes webs de e-mail para bloquear la apertura de los píxeles de seguimiento.
  • Bloquear la apertura automática de los píxeles en seguimiento es algo que podemos hacer directamente desde nuestros clientes web de e-mail. En Gmail podemos acceder a «Configuración > General > Imágenes», y deseleccionar «Mostrar siempre imágenes externas». En Outlook, deberemos acceder a «General > Privacidad y datos > Imágenes externas».
Así se hace en GMail
Así se hace en Outlook.
  • Utilizar servicios de protección de privacidad del correo, como el Email Protection de DuckDuckGo, que actúan como intermediarios entre nuestra cuenta de siempre y nosotros, evitando así que el servidor de origen pueda extraer datos de nuestro equipo.
  • Olvidarnos de ‘nuestra cuenta de siempre’ y optar por alguna que nos proteja por defecto de los emails de seguimiento, como hacen, por ejemplo, Protonmail (muy centrado en la privacidad) o HEY.com (un servicio de pago que busca revolucionar el concepto de email).