Se ha detectado una vulnerabilidad llamada Downfall en CPUs de Intel

Recientemente, salió a la luz una preocupante noticia para los usuarios de CPUs de Intel: la vulnerabilidad Downfall comprometió múltiples procesadores de esta marca, con serias implicaciones en términos de seguridad y potenciales puertas traseras.

La comunidad de tecnología se mantuvo alerta ante la expectativa de que las medidas de mitigación tendrían un impacto significativo en el rendimiento. En un esfuerzo por aclarar la situación, Phoronix ha realizado pruebas de rendimiento para evaluar los efectos concretos de la mitigación ante la amenaza de ‘Downfall’.

-Descifrando ‘Downfall’: Potencial de Robo de Datos y la Necesidad de Mitigación

La vulnerabilidad Downfall afecta de manera específica las cargas de trabajo que dependen de las instrucciones de recopilación AVX2/AVX-512. Intel detalló que esta amenaza tenía un mayor alcance en las alineaciones de Tiger Lake/Ice Lake de generaciones previas.

En esencia, esta vulnerabilidad exponía el contenido del registro de hardware, lo que podía resultar en posibles robos de datos a gran escala.

Como respuesta, Intel lanzó mitigaciones de microcódigos para contrarrestar esta amenaza. Estas medidas de seguridad, sin embargo, no vinieron sin un costo: afectaron el rendimiento de manera considerable.

Aunque se desconocían los detalles precisos de los efectos de la mitigación, Phoronix tomó la iniciativa y sometió a pruebas CPUs afectadas para proporcionar una visión más clara de cómo la vulnerabilidad podría impactar el rendimiento real.

-Pruebas de Rendimiento: Los Resultados Concretos de la Mitigación

Las CPUs Xeon Platinum 8380, Xeon Gold 6226R y Core i7-1165G7 de Intel fueron sometidas a pruebas exhaustivas para evaluar los efectos de la vulnerabilidad y la mitigación. Los resultados fueron reveladores, demostrando que la amenaza «Downfall» no es algo a tomarse a la ligera.

En los escenarios de prueba, el Xeon Platinum 8380 experimentó una disminución del rendimiento en diferentes situaciones. Los resultados variaron según la carga de trabajo: desde un 6 % de caída en OpenVKL hasta un impactante 34 % en OSPRay 1.2. Las cargas de trabajo de IA también se vieron afectadas, con notables reducciones.

-Impacto en las Diferentes CPUs de Intel: Una Visión General

Las CPUs Xeon Gold 6226R también evidenciaron un impacto en el rendimiento, con disminuciones que alcanzaron alrededor del 9 % en OpenVKL y hasta un 33 % en OSPRay 1.2.

Por otro lado, la CPU Intel Core i7-1165G7 dirigida a consumidores no escapó a la disminución de rendimiento. Las penalizaciones oscilaron entre el 11 % y el 39 % en diferentes puntos de referencia.

Aunque la disminución del rendimiento no llegó al 50 % inicialmente predicho por Intel, las pruebas demostraron que los efectos no fueron insignificantes. Los resultados también reafirmaron que las cargas de trabajo de HPC (High Performance Computing) recibieron el mayor golpe.

-Reflexiones Finales: Riesgos y Compensaciones

Intel mencionó la posibilidad de ‘deshabilitar’ el microcódigo de la CPU para evitar las penalizaciones de rendimiento. Sin embargo, esta medida podría aumentar el riesgo, ya que la fuga de datos es una preocupación significativa. Aunque las probabilidades de un ataque sean bajas, comprometer la seguridad no es una recomendación válida.