El secreto de Microsoft, instala Windows 11 sin cuenta, así puedes hacerlo

Una de las prácticas menos visibles, pero más debatidas entre los usuarios avanzados de Windows, es la insistencia de Microsoft en forzar la vinculación del sistema operativo con una cuenta en línea. Sin embargo, lo que muchas veces no se menciona abiertamente es que sí existe una manera legítima de evitar este paso y utilizar Windows de la forma tradicional: con una cuenta local, sin necesidad de conexión a Internet ni de compartir datos con servidores de Microsoft.

Este método resulta especialmente relevante para quienes valoran la privacidad, ya que evita el uso de herramientas de rastreo, sincronización y servicios en la nube que, si bien pueden resultar útiles para algunos, no son necesarios para todos. Al configurar el sistema sin conexión, se limita de forma considerable la exposición de la información personal y se reduce la dependencia de servicios externos. Además, al omitir estos pasos, se elimina también el riesgo de que el sistema active automáticamente configuraciones predeterminadas que el usuario tal vez no desea utilizar.

-El método sigue funcionando, aunque cada vez más oculto

Con el paso del tiempo, Microsoft ha ido dificultando el acceso a esta forma de instalación. No obstante, el proceso continúa siendo posible y no requiere ningún tipo de manipulación del sistema, ni programas de terceros, ni modificaciones en archivos internos. Todo se basa en el conocimiento del momento exacto y la combinación de teclas que se debe utilizar durante la instalación. El procedimiento es válido tanto si se trata de un equipo completamente nuevo como si se está realizando una instalación limpia de Windows.

-Configuración sin conexión en Windows 11 Home

En el caso de Windows 11 Home, la edición más común entre usuarios particulares, el sistema operativo está diseñado para forzar la utilización de una cuenta de Microsoft durante el proceso de configuración inicial. Sin embargo, este requerimiento puede ser eludido si se actúa con precisión. Al comenzar la instalación de manera normal, llegará un punto en el que el sistema solicita la conexión a una red Wi-Fi. En ese momento, si ya se está conectado, es necesario desconectarse, y si no, simplemente no conectarse.

Cuando se intente continuar, Windows advertirá que se necesita conexión a Internet para proseguir, pero esta afirmación no es del todo cierta. Aquí es donde debe ejecutarse una acción específica: pulsar simultáneamente las teclas Shift + F10 para abrir una ventana del símbolo del sistema. Dentro de esta ventana, se debe escribir el comando OOBE\BYPASSNRO y pulsar Enter. Al hacerlo, el sistema se reiniciará automáticamente y, tras el reinicio, ofrecerá la opción de continuar con una instalación limitada. Esta alternativa permite crear una cuenta local sin requerir conexión alguna ni utilizar funciones asociadas a servicios en línea.

-Un proceso más accesible en Windows 11 Pro

Para los usuarios de la versión Pro de Windows 11, el procedimiento resulta incluso más directo. Durante la instalación, al llegar a la pantalla donde se solicita ingresar una cuenta de Microsoft, no es necesario completarla. En su lugar, se puede acceder a las «Opciones de inicio de sesión», donde se encontrará la posibilidad de utilizar una «cuenta sin conexión» o «cuenta local», dependiendo del idioma de la instalación. Tras seleccionar esta opción, se permite avanzar sin iniciar sesión, simplemente haciendo clic en «Omitir por ahora». Acto seguido, el sistema solicitará definir un nombre de usuario y una contraseña, con lo cual se habrá creado una cuenta local completa sin requerir vínculo alguno con Microsoft.

-Privacidad y control del sistema: una elección vigente

La posibilidad de configurar Windows sin conexión a Internet y sin asociarlo a una cuenta en la nube sigue siendo una alternativa viable y totalmente funcional. Aunque Microsoft ha optado por ocultar esta opción tras varias capas de interfaz y mensajes que inducen a pensar que no es posible, el sistema continúa ofreciendo una vía para quienes desean tener un control más directo sobre su entorno de trabajo y su información personal. Esta elección no solo es legítima, sino también recomendable para quienes buscan una experiencia más privada, personalizada y libre de integraciones automáticas que no siempre son necesarias.