Adiós a la tranquilidad, Windows 11 satura con anuncios disfrazados

Microsoft ha intensificado sus esfuerzos para monetizar Windows 11, y una de las tácticas más cuestionables es la inclusión de publicidad disfrazada de «notificaciones». Estos anuncios intrusivos aparecen en diversas secciones del sistema operativo, desde la pantalla de bloqueo hasta el menú de inicio, interrumpiendo la experiencia del usuario.

-Anuncios personalizados y dirigidos

Lo más preocupante es que estos anuncios no son aleatorios, sino que están altamente personalizados en función de nuestra actividad en línea y nuestros intereses. Microsoft utiliza nuestros datos para mostrarnos publicidad relevante, lo que genera una sensación de invasión de la privacidad.

-¿Cómo identificar estos anuncios?

Aunque Microsoft los etiqueta como «notificaciones», estos anuncios suelen tener un tono promocional y un diseño que los distingue del resto de las notificaciones del sistema. Además, suelen incluir un botón de «Comprar ahora» o «Más información» que redirige directamente a la Microsoft Store.

-¿Cómo eliminarlos?

Afortunadamente, es posible reducir la cantidad de publicidad en Windows 11. Aunque no existe una forma de eliminarlos por completo, puedes seguir estos pasos:

  • Desactivar las recomendaciones: En la configuración de privacidad, desactiva la opción de «Obtener recomendaciones y sugerencias al utilizar Windows».
  • Bloquear anuncios con software de terceros: Existen aplicaciones de terceros que pueden bloquear anuncios de forma más efectiva, pero ten en cuenta que su uso puede afectar el rendimiento del sistema.

-¿Por qué Microsoft insiste en esta estrategia?

La razón principal es económica. Al mostrar publicidad en Windows 11, Microsoft busca generar ingresos adicionales y financiar el desarrollo de nuevos productos y servicios. Sin embargo, esta estrategia genera una gran insatisfacción entre los usuarios, quienes ven vulnerada su privacidad y se sienten manipulados.

En resumen, la inclusión de publicidad en Windows 11 es una práctica cuestionable que genera una gran controversia. Si bien Microsoft tiene derecho a monetizar su sistema operativo, es importante que lo haga de una manera que respete la privacidad de los usuarios y no interfiera con su experiencia.