Windows 11 integrará el control nativo de todos tus monitores externos

Aunque Windows 11 ha logrado consolidarse como una plataforma moderna, visualmente cohesionada y con una amplia oferta de herramientas, existe una carencia que sorprende por su persistencia: la incapacidad del sistema operativo para gestionar de forma nativa parámetros esenciales de las pantallas externas.

Ajustar algo tan cotidiano como el brillo o el contraste de un monitor sigue siendo, para muchos usuarios, una experiencia que roza lo arcaico. Botones escondidos bajo el marco, menús torpes heredados de tecnologías de hace dos décadas y aplicaciones de fabricantes que rara vez funcionan como se espera. Lo que debería ser básico continúa siendo un ejercicio de paciencia. Ahora, una nueva filtración apunta a que Microsoft está listo para romper definitivamente con esa limitación histórica.

-PowerToys vuelve a sorprender: aparece “Power Monitor”, una herramienta destinada a centralizar el control de las pantallas

Documentos internos e imágenes preliminares señalan que Microsoft está desarrollando un nuevo módulo dentro de PowerToys, la suite de utilidades avanzadas para usuarios que buscan ir más allá de lo que ofrece Windows por defecto.

Esta nueva herramienta, bautizada como Power Monitor, tiene un objetivo ambicioso: permitir que cualquier usuario pueda ajustar desde Windows —sin software adicional, sin drivers extra y sin manipular el monitor manualmente parámetros como:

  • Brillo
  • Contraste
  • Temperatura de color
  • Volumen de los altavoces integrados

La idea es simple, pero su impacto puede ser enorme: centralizar en una única ventana configuraciones que, hasta ahora, estaban totalmente fragmentadas.

-Un salto de ergonomía: de menús físicos primitivos a una interfaz coherente y accesible

Las primeras imágenes filtradas muestran una ventana ordenada en la que el sistema reconoce el modelo exacto del monitor conectado y despliega una serie de barras deslizantes para ajustar cada parámetro.

Se trata de una interfaz alineada con el diseño actual de Windows 11: limpia, minimalista y pensada para ser entendida a primera vista. Ya no habría que memorizar qué botón abre qué menú ni navegar entre opciones crípticas de «Color Temp» o “Gamma Mode”.

Para quienes utilizan configuraciones con dos, tres o más monitores ya sea en entornos de trabajo, gaming o edición audiovisual, esta estandarización podría representar una disminución drástica del tiempo necesario para ajustar cada panel.

-¿Por qué esta herramienta era necesaria? Un repaso al caos actual del control de monitores

El estado actual del control de monitores en Windows es, en el mejor de los casos, inconsistente. Cada fabricante implementa su propio OSD (On-Screen Display), con botones físicos cuya ubicación y calidad varían enormemente. Algunos ofrecen utilidades para Windows, pero muchas están llenas de limitaciones:

  • Software que solo funciona con modelos recientes.
  • Programas que no detectan correctamente la pantalla.
  • Utilidades pesadas que interfieren con otras funciones del sistema.
  • Interfaces poco intuitivas, sin integración real con Windows.

Power Monitor propone un enfoque diametralmente opuesto: uniformidad, ligereza y soporte para múltiples escenarios sin depender de terceros.

-Un cambio práctico que puede transformar la forma en que trabajamos

El atractivo de esta función no solo reside en simplificar tareas, sino en permitir transiciones fluidas entre distintos usos del monitor.

El usuario podría alternar entre perfiles de brillo y color sin necesidad de tocar el hardware:

  • Un perfil cálido para lectura nocturna.
  • Un modo de alta luminosidad para tareas diurnas.
  • Un modo específico para juegos, con contraste potenciado.
  • Un ajuste fiel para edición de fotografía o vídeo.

Imagina poder cambiar todos esos parámetros en cuestión de segundos desde un panel unificado dentro de Windows, sin romper el ritmo de trabajo ni manipular físicamente el monitor. Ese es el tipo de fluidez que Microsoft parece querer habilitar.

-Un lanzamiento que aún está en el horizonte, pero que ya genera expectativa

Por ahora, Power Monitor continúa en fase de desarrollo interno. No existe una fecha oficial de disponibilidad, aunque la práctica habitual de Microsoft sugiere que primero llegará a los usuarios del programa Windows Insider, antes de incorporarse en una actualización estable de PowerToys.

Además, fuentes cercanas al proyecto señalan que el módulo podría seguir creciendo con funciones adicionales, como:

  • Perfiles personalizados según la actividad.
  • Automatización basada en horas del día o condiciones de iluminación.
  • Herramientas de calibración avanzada para creadores de contenido.

Nada de esto está confirmado, pero la dirección general es evidente: Microsoft quiere que Windows 11 recupere espacio en un terreno donde el sistema llevaba años estancado. Los grandes avances tecnológicos no siempre vienen en forma de funciones revolucionarias o cambios masivos en la interfaz. En muchas ocasiones, son estas correcciones pequeñas en apariencia, gigantescas en impacto las que transforman nuestra experiencia diaria. Si Power Monitor se lanza con la solidez que promete, podría convertirse en una de las mejoras más útiles que haya recibido Windows 11 en los últimos años: un gesto simple, pero que elimina una incomodidad que millones de usuarios llevan padeciendo desde hace demasiado tiempo.