
Desde su sede en Redmond, Microsoft ha venido desarrollando discretamente una funcionalidad largamente solicitada por la comunidad de usuarios: la posibilidad de transferir configuraciones y archivos de un ordenador a otro directamente desde el proceso de instalación inicial de Windows. Esta nueva herramienta, que estará disponible en versiones futuras del sistema operativo, permitirá realizar la migración sin necesidad de aplicaciones externas ni servicios en la nube, utilizando únicamente una red local y acceso simultáneo al equipo antiguo y al nuevo.
-Una evolución respecto a Windows Easy Transfer
Anteriormente, esta capacidad estaba limitada a la aplicación Windows Easy Transfer, que ofrecía a los usuarios una forma de trasladar datos de un equipo antiguo a uno nuevo, siempre y cuando ambos dispositivos estuvieran conectados a la misma red local. No obstante, su uso debía realizarse tras la instalación del sistema, lo que generaba incomodidad para quienes deseaban recuperar inmediatamente sus archivos y configuraciones. La novedad ahora radica en que todo el proceso se puede llevar a cabo desde la configuración inicial del sistema, también conocida como OOBE (Out-of-Box Experience), simplificando significativamente la experiencia del usuario desde el primer encendido.
-Una función aún en fase de pruebas pero con gran proyección
Por el momento, esta funcionalidad se encuentra en etapa de vista previa y solo está habilitada para los usuarios que forman parte del Canal Dev y del Canal Beta del programa Windows Insider. Fue anunciada oficialmente el 19 de julio a través del blog oficial de Microsoft, donde se confirmó que formará parte de la actualización Windows 11 25H2. No obstante, también se prevé su integración en Windows 10 y en versiones anteriores de Windows 11, lo que demuestra el interés de la compañía en extender esta mejora a una base de usuarios más amplia.
-¿Cómo funcionará la migración desde el primer inicio?
La función, identificada como ‘Transfer to a new PC’, se activará durante el proceso OOBE, justo en el momento de la configuración inicial del nuevo sistema. El único requisito técnico será que ambos equipos el de origen y el de destino estén conectados a la misma red local, ya sea por conexión Wi-Fi o mediante cable Ethernet. Esta modalidad elimina la necesidad de depender de almacenamiento en la nube o de dispositivos de respaldo adicionales, permitiendo que el usuario mantenga el control directo sobre la transferencia de sus datos.
Una vez iniciada la configuración del nuevo equipo, el sistema detectará automáticamente si hay otro dispositivo disponible para la transferencia de información. En el ordenador antiguo, bastará con abrir la aplicación Windows Backup e iniciar la opción «Transfer information to a new PC». Cuando ambos equipos se reconozcan dentro de la misma red, se mostrará un listado con las carpetas y configuraciones disponibles para ser migradas, permitiendo seleccionar de manera precisa qué elementos trasladar. Entre los datos que podrán transferirse se incluyen documentos, imágenes, configuraciones del sistema y otros archivos personales.
-Limitaciones de la transferencia directa
A pesar de las ventajas evidentes de esta herramienta, es importante señalar algunas de sus limitaciones. La función no migrará aplicaciones instaladas previamente, contraseñas almacenadas ni archivos cifrados mediante BitLocker. Tampoco realizará una clonación completa del sistema anterior, sino que se centrará en trasladar únicamente aquellos datos personales y configuraciones seleccionadas por el usuario. Al concluir la transferencia, se presentará un resumen detallado de los elementos que se han migrado correctamente al nuevo dispositivo.
-Una herramienta que moderniza el proceso de instalación
Aunque el concepto de migrar datos entre equipos no es nuevo, la verdadera innovación de esta función reside en su integración dentro del flujo inicial de instalación de Windows. Esta mejora responde directamente a una necesidad práctica de los usuarios, al mismo tiempo que moderniza una de las fases más cruciales de la experiencia con el sistema operativo. Al facilitar un inicio fluido, personalizado y más eficiente, Microsoft apunta a reforzar su compromiso con la usabilidad y la continuidad del entorno digital de cada usuario desde el primer momento de uso.