Windows 10 se despide, el fin de una era tecnológica

Durante más de una década, Windows 10 fue el corazón de millones de computadoras alrededor del mundo. Su equilibrio entre estabilidad, rendimiento y familiaridad lo convirtió en uno de los sistemas operativos más queridos por los usuarios. Sin embargo, el reloj ya marcó su última cuenta regresiva: Microsoft ha confirmado oficialmente el fin de soporte para Windows 10, sellando así el destino de uno de sus productos más emblemáticos.

A partir de ahora, el sistema entra en una fase de soporte extendido, donde solo recibirá actualizaciones de seguridad temporales antes de ser archivado junto a gigantes del pasado como Windows 7, XP y Vista. La compañía redirige toda su atención a Windows 11, marcando el comienzo de una nueva etapa… aunque no todos podrán ser parte de ella.

-La transición obligada hacia Windows 11

Microsoft ha sido clara: la única ruta oficial para seguir recibiendo soporte y mejoras es migrar a Windows 11. La nueva versión promete un diseño renovado, mayor seguridad y tecnologías más modernas adaptadas a la era de la inteligencia artificial. Sin embargo, esta actualización no está al alcance de todos.

El sistema exige requisitos técnicos más estrictos, como la presencia del chip TPM 2.0, arranque seguro (Secure Boot) y procesadores relativamente recientes. Esta decisión ha dejado fuera a millones de equipos que aún funcionan perfectamente, pero que quedan fuera del ecosistema actualizado.

El resultado es una situación de incertidumbre: usuarios que no pueden avanzar sin renovar su hardware, enfrentando un futuro sin soporte, actualizaciones ni protección.

-El dilema, seguir o abandonar Windows

Con el cierre definitivo a la vuelta de la esquina, los usuarios deben decidir entre mantenerse en Windows 10 bajo riesgo o dar el salto a nuevas alternativas. A continuación, analizamos las principales opciones disponibles, con sus ventajas y consecuencias.

-Opción 1: Mantener Windows 10 con soporte extendido (ESU)

Microsoft ofrece un Programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) que permite prolongar la vida útil del sistema por un tiempo limitado.

  • Los usuarios domésticos podrán acceder a un año adicional de parches críticos por un costo aproximado de 30 dólares (unos 28 euros) o canjeando 1000 puntos de Microsoft Rewards.
  • Las empresas, por su parte, podrán extender el soporte hasta tres años.

Este servicio solo proporciona actualizaciones de seguridad, sin mejoras de rendimiento ni nuevas funciones. En otras palabras, es un respiro temporal, una solución que aplaza lo inevitable: dentro de un año, incluso quienes paguen este servicio quedarán completamente desprotegidos.

-Opción 2: Actualizar a Windows 11

Es la alternativa más lógica y recomendada por Microsoft. Windows 11 es el presente y el futuro de la compañía: un entorno optimizado, compatible con inteligencia artificial, nuevas herramientas de productividad y un diseño más moderno.

El problema, sin embargo, está en la compatibilidad. Si tu equipo no cumple los requisitos oficiales, la actualización no será posible de forma legítima. Existen métodos no oficiales para instalarlo, pero Microsoft advierte que los dispositivos que lo hagan podrían quedar sin soporte o experimentar fallos graves.

Aun así, quienes logren dar el salto disfrutarán de varios años de soporte garantizado y de un ecosistema más seguro y dinámico.

-Opción 3: Instalar Windows 10 LTSC (edición empresarial)

La edición Windows 10 LTSC (Long-Term Servicing Channel), pensada originalmente para entornos empresariales, continuará recibiendo soporte hasta 2027. Al instalar esta versión, los usuarios pueden seguir utilizando Windows 10 durante un par de años adicionales sin preocuparse por el fin del soporte. No obstante, esta opción no está pensada para el público general, y su uso fuera de un contexto corporativo viola los términos de licencia de Microsoft. Aun así, muchos entusiastas la consideran una solución temporal “oficiosa” para quienes no pueden abandonar el sistema todavía.

-El camino fuera de Windows: alternativas viables

El final de Windows 10 también abre una nueva conversación: ¿realmente necesitamos seguir atados al sistema operativo de Microsoft? En los últimos años, el ecosistema Linux ha evolucionado a pasos agigantados, ofreciendo distribuciones más estables, amigables y visualmente atractivas.

Estas son tres opciones destacadas para quienes decidan liberarse del entorno Windows:

  • Ubuntu: el estandarte del software libre

Ubuntu sigue siendo la distribución más reconocida y utilizada del mundo Linux. Con una enorme comunidad detrás, ofrece cinco años de soporte LTS, ampliables a diez con el programa Ubuntu Pro.

Su entorno gráfico es moderno, cuenta con soporte para casi todo tipo de hardware y miles de programas compatibles. Sin embargo, para los usuarios nuevos puede resultar algo menos intuitivo al principio, y su comunidad técnica, aunque enorme, no siempre es amigable con los principiantes.

Aun así, es la opción ideal para quienes buscan estabilidad y respaldo a largo plazo.

  • Linux Mint: simple, amigable y sin complicaciones

Si Ubuntu parece demasiado exigente, Linux Mint surge como una alternativa más accesible. Nació como una respuesta comunitaria al rumbo corporativo de Canonical, la empresa detrás de Ubuntu.

Mint ofrece una interfaz más clásica, ligera y cercana a la de Windows, ideal para usuarios que buscan una transición suave. No incluye rastreadores ni integraciones forzadas, y su comunidad es más acogedora con los recién llegados.

  • Zorin OS: la experiencia más parecida a Windows

Para quienes temen abandonar el entorno visual de Windows, Zorin OS puede ser la mejor elección. Su interfaz imita al sistema de Microsoft con gran fidelidad, ofreciendo menús, iconos y ventanas que resultan familiares desde el primer uso.

Está basado en Debian, lo que garantiza estabilidad, aunque su desarrollo es más lento que el de Ubuntu o Mint. Es una excelente opción para quienes buscan un equilibrio entre estética, funcionalidad y seguridad.

-La alternativa Premium, adentrarse en el ecosistema macOS

Para los aventureros que desean una experiencia completamente diferente, macOS se presenta como otra opción. Aunque está diseñado para funcionar exclusivamente en los dispositivos de Apple, existen métodos para instalarlo en un PC convencional, un proceso conocido como Hackintosh.

Crear un Hackintosh no es tarea fácil: requiere conocimientos avanzados, paciencia y una cuidadosa configuración de drivers, bootloaders (como OpenCore) y compatibilidad de hardware. Aun así, cuando se logra, ofrece una experiencia casi idéntica a la de un Mac auténtico, sin necesidad de invertir en una máquina nueva Eso sí, viola los términos de licencia de Apple, por lo que debe considerarse solo como un experimento técnico y no una solución oficial.

-El adiós a Windows 10 marca un punto de inflexión

El final de Windows 10 no es solo el cierre de un ciclo tecnológico: es el reflejo de una industria que avanza sin mirar atrás. Microsoft apuesta por un futuro de inteligencia artificial, seguridad reforzada y hardware moderno.

Pero esa evolución también deja a millones de usuarios en una encrucijada: actualizar, pagar, o reinventarse. Ya sea migrando a Windows 11, prolongando la vida de sus equipos o explorando el universo Linux, lo cierto es que el final de Windows 10 marca el comienzo de una nueva etapa digital, donde la adaptabilidad será la clave para sobrevivir en el cambiante mundo de la tecnología.