
El final del soporte oficial de Windows 10, ocurrido el 14 de octubre, no significaba necesariamente el final de las actualizaciones de seguridad. Microsoft puso en marcha un programa de mantenimiento extendido Extended Security Updates, ESU pensado para usuarios particulares y empresas que no desean, o no pueden, dar el salto a Windows 11. Este plan permite prolongar durante un año la recepción de parches críticos, ideal para entornos donde la migración aún no es viable.
Sin embargo, la primera actualización incluida en ese ciclo ampliado ha llegado con un contratiempo importante. El paquete KB5068781, distribuido en el Patch Tuesday de noviembre, está provocando errores de instalación en un número significativo de equipos. En la práctica, la actualización se descarga, parece aplicarse y, tras reiniciar, revierte el proceso dejando el sistema en el mismo punto de partida.
-El origen del fallo: un error que afecta a la instalación en múltiples configuraciones
El incidente empezó a reportarse minutos después del despliegue global del parche. Usuarios de distintos países comenzaron a mencionar un mismo mensaje en pantalla: el ya conocido código 0x800f0922, un error que Windows Update muestra cuando uno de los componentes críticos del instalador no logra finalizar correctamente. Aunque este código puede tener causas variadas desde conflictos con .NET hasta falta de espacio en la partición reservada Microsoft confirmaría más tarde que, en este caso, la raíz del problema está en el propio paquete de actualización.
Los testimonios coinciden en un patrón claro: la instalación se inicia de forma normal, el sistema solicita el reinicio y, durante la fase de aplicación, el proceso se detiene y se revierte. Los usuarios que adquirieron o activaron el programa ESU legalmente se han encontrado con que su primera actualización extendida, paradójicamente, no puede instalarse.
-¿Qué equipos están afectados y por qué: la clave está en Microsoft 365?
El fallo no es universal, pero sí lo suficientemente extendido como para llamar la atención de Microsoft. La compañía confirmó que el problema no afecta a todos los sistemas inscritos en ESU, sino únicamente a aquellos cuya activación está vinculada al Centro de administración de Microsoft 365. Esto aclara por qué algunos equipos instalados de forma tradicional reciben el parche sin incidentes, mientras que otros especialmente los administrados de manera centralizada encuentran el error.
En otras palabras, el incidente se limita a una parte de los dispositivos que han activado el ESU mediante suscripciones gestionadas desde la plataforma empresarial de Microsoft. Aun así, la cantidad de organizaciones que utilizan Microsoft 365 para la administración de equipos es lo suficientemente amplia como para convertir este error en un problema serio.
-Una actualización que inauguraba la nueva etapa de Windows 10… y que ha empezado con el pie izquierdo
La ironía es evidente: esta era la actualización llamada a inaugurar la “vida posterior” de Windows 10 tras el fin del soporte general. El hecho de que el primer parche del nuevo ciclo extendido falle de esta manera genera preocupación, especialmente en un contexto donde muchos usuarios permanecen en Windows 10 para evitar los requisitos de hardware más estrictos de Windows 11 o por incompatibilidades específicas en escenarios empresariales.
Para quienes confiaron en el ESU como un puente seguro mientras deciden su transición, encontrarse con una actualización fallida y sin solución inmediata supone un riesgo: sin este parche, los equipos permanecen expuestos a vulnerabilidades críticas que Microsoft ya considera resueltas.
-Microsoft reconoce el problema, pero no ofrece aún una solución
La compañía fue rápida en reconocer el error y anunció que está investigándolo activamente. No obstante, no ha proporcionado una alternativa temporal ni un procedimiento manual que permita instalar la actualización. Tampoco existe una estimación oficial sobre cuándo estará disponible un parche correctivo.
En este momento, los usuarios afectados solo pueden esperar a que Microsoft publique una revisión del paquete o una guía detallada para solventar el fallo. Dado que se trata de una actualización de seguridad, la ausencia de un camino alternativo genera inquietud entre administradores de TI y usuarios avanzados que necesitan mantener su infraestructura protegida.
-Lo que queda en el aire: la transición a Windows 11 y el papel del ESU en Europa
El error también reabre el debate sobre la dependencia de Windows 10. En Europa, el programa ESU es gratuito para consumidores particulares debido a la nueva regulación digital, lo que ha llevado a miles de usuarios a evitar Windows 11 por ahora. Pero incidentes como este ponen sobre la mesa una pregunta clave: ¿cuán sostenible es prolongar la vida de un sistema operativo que Microsoft está dejando atrás progresivamente?
Mientras tanto, el futuro inmediato depende de un nuevo parche. Hasta que Microsoft publique la corrección, los dispositivos afectados seguirán sin poder aplicar la primera actualización extendida, dejando en pausa un ciclo de seguridad que apenas acababa de comenzar.