
Microsoft lleva más de un año transformando Windows 11 en una plataforma donde la inteligencia artificial no es un añadido, sino una pieza central de la experiencia. Desde herramientas asistidas por modelos generativos hasta el nuevo ecosistema Copilot+, la compañía ha ido integrando funcionalidades automáticas en prácticamente todos los rincones del sistema.
Sin embargo, esta estrategia ambiciosa ha encontrado resistencia entre una parte considerable de los usuarios. Aunque Microsoft aspira a que la IA sea vista como un valor añadido, muchos consideran que estas funciones llegan demasiado rápido, demasiado juntas y, en algunos casos, con escasa utilidad práctica dentro de su flujo de trabajo habitual.
-El origen de una polémica: un menú contextual saturado
Entre todas las incorporaciones impulsadas por IA, una de las que más debate ha generado ha sido la inclusión de las llamadas Acciones de IA dentro del menú contextual de Windows 11. Esta sección, accesible al hacer clic derecho sobre distintos tipos de archivos, desplegaba herramientas como desenfoque automático de imágenes, eliminación de fondos o modificaciones rápidas aplicadas mediante modelos de inteligencia artificial.
El propósito de Microsoft era facilitar que Copilot ejecutara transformaciones complejas sin necesidad de abrir aplicaciones externas. Pero en la práctica, para muchos usuarios esto supuso añadir más ruido a un menú contextual que ya arrastraba críticas por su desorden visual y funcional. Incluso parte de la comunidad entusiasta de la IA reconocía que estas acciones resultaban redundantes, especialmente cuando opciones similares ya estaban integradas de forma más coherente en aplicaciones como Paint o en el propio Copilot.
-Microsoft escucha: la opción para ocultar “Acciones de IA” llega a Windows Insiders
La presión acumulada, sumada a multitud de comentarios en foros, redes sociales y canales de retroalimentación, parece haber surtido efecto. Con el lanzamiento reciente de una nueva compilación previa para los usuarios del programa Windows Insider en los canales Dev y Beta, Microsoft ha introducido una novedad que cambia por completo el panorama: la posibilidad de desactivar las Acciones de IA desde Configuración.
Por primera vez, en la sección Aplicaciones > Acciones de Configuración aparece un conjunto de selectores que permiten desactivar individualmente los módulos asociados a las funciones de IA incluidos en el menú contextual. Una vez se desmarcan todos, la sección de Acciones de IA desaparece por completo, evitando que el usuario se encuentre con un menú vacío o inútil.
Esto supone un giro respecto al comportamiento previo, en el que deshabilitar las funciones solo vaciaba su contenido, pero dejaba visible una entrada inerte y estéticamente cuestionable.
-La llegada fallida de las Acciones de IA y el intento de corregir el rumbo
Las Acciones de IA aterrizaron oficialmente en mayo de 2025 como parte de la estrategia de Microsoft para convertir a Copilot en un asistente integral capaz de automatizar tareas sin intervención compleja del usuario. El objetivo era ambicioso: reducir fricciones y permitir que el sistema reaccionara de forma más inteligente a archivos y contenidos en pantalla.
Sin embargo, su implementación se percibió como un experimento apresurado. La idea tenía potencial, pero la forma de materializarla —una capa adicional en un menú ya sobrecargado— generó rechazo desde el primer día. La crítica principal no era tanto la presencia de IA, sino el lugar en el que Microsoft decidió integrarla y la falta de control por parte del usuario.
Con el nuevo ajuste introducido en las builds Insider, Microsoft envía una señal distinta: reconoce que no todas las funciones impulsadas por IA deben imponerse, y que la experiencia de Windows 11 necesita adaptarse a las preferencias individuales, no sobrecargarlas.
-Un paso previo antes del lanzamiento general
Por ahora, esta opción se encuentra limitada a las versiones preliminares del sistema operativo, lo que significa que solo está disponible para quienes prueban funciones en desarrollo. El comportamiento de Microsoft en casos similares sugiere que, si la función supera la fase de validación y no genera nuevos inconvenientes, terminará llegando a la versión estable de Windows 11 en una actualización futura.
Su inclusión definitiva marcaría un cambio importante en el enfoque de la compañía hacia la integración de IA en Windows: no como elemento obligatorio, sino como tecnología que puede moldearse según el perfil de cada usuario.
-El futuro inmediato de Windows 11: una IA más controlada por el usuario
Más allá del caso aislado del menú contextual, la decisión plantea una tendencia más amplia. Microsoft parece estar abandonando la idea de “cuanta más IA mejor” para abrazar una aproximación más matizada, donde la autonomía del usuario gana peso.
La compañía necesita introducir capacidades inteligentes para competir en un mercado donde la IA se ha convertido en un elemento estratégico, pero también debe evitar alienar a quienes prefieren un sistema operativo más clásico o con menos automatización. Si finalmente esta capacidad para ocultar funciones se consolida, podría convertirse en el modelo para futuros ajustes: permitir que Windows 11 evolucione hacia un sistema altamente asistido, pero sin forzar a todos a adoptarlo de la misma forma.