
Antes de la llegada de los pendrives y, posteriormente, de la nube, los usuarios de ordenadores dependían de soportes físicos con capacidades muy limitadas para almacenar información. Mucho antes de que los CDs fueran reemplazados por memorias USB, los disquetes también conocidos como discos magnéticos flexibles o floppies representaban la forma más común de transportar y guardar archivos digitales. Su auge se dio entre las décadas de 1970 y 1980, época en la que se convirtieron en un accesorio indispensable tanto en entornos domésticos como laborales. Sin embargo, con el paso del tiempo y el crecimiento exponencial de las necesidades de almacenamiento, su capacidad resultó insuficiente y acabaron por desaparecer del uso cotidiano. Hoy en día resulta prácticamente imposible verlos en acción fuera de contextos muy específicos.
-Linux mantiene vivo lo que parecía obsoleto
A pesar de que los disquetes han quedado en el olvido para la gran mayoría de usuarios, el sistema operativo Linux ha sorprendido con una actualización en pleno 2025 que mejora la implementación de sus controladores en el kernel. La noticia llega en el marco del vigésimo tercer aniversario del núcleo de Linux y es fruto del trabajo de Andy Shevchenko, ingeniero de software de Intel. Aunque los controladores asociados a los disquetes llevaban más de tres años sin recibir mantenimiento, el desarrollador ha decidido actualizarlos, aportando un conjunto de parches y mejoras que limpian, optimizan y modernizan el código.
-Limpieza y optimización del kernel
El informe oficial detalla que el código de los controladores de disquetes permanecía prácticamente “huérfano” y sin supervisión. Con esta actualización, se eliminaron macros obsoletas, se corrigieron errores tipográficos que podían convertirse en problemas de compatibilidad y se sustituyó una constante personalizada (SZ_64K) por una estándar. También se mejoró la organización de las rutas de búsqueda dentro del código, facilitando su revisión y eventual actualización futura.
El controlador de disquetes, conocido como Floppy Disk Controller (FDC), cumple funciones clave como la interpretación de datos en formatos MFM o GCR, la ejecución de comandos, la detección de errores, la sincronización mediante PLL, entre otras. Con esta intervención, Linux asegura que las funciones de estas unidades se mantengan operativas en sistemas donde todavía resultan necesarias. La mejora estará disponible en distribuciones como Ubuntu, Fedora, Linux Mint y muchas más, siempre que actualicen a las nuevas versiones del núcleo.
-Los disquetes aún tienen un lugar
Aunque pueda parecer anacrónico, existen ordenadores que todavía utilizan disquetes, especialmente en sectores industriales y entornos donde el hardware antiguo sigue siendo parte esencial de procesos que no han sido modernizados por completo. En algunos casos, estos dispositivos almacenan información valiosa o forman parte de sistemas cuya actualización resulta extremadamente costosa o inviable.
Los disquetes solían ofrecer capacidades de apenas 1,44 MB, una cifra irrisoria en comparación con las necesidades actuales: para ponerlo en perspectiva, ni siquiera una fotografía tomada por un teléfono inteligente moderno podría almacenarse en ellos. Aun así, Linux reconoce que no todo debe quedar atrás y que, mientras exista un grupo reducido de usuarios y máquinas dependientes de esta tecnología, seguirá brindando soporte para garantizar su funcionamiento.