LibreOffice habla claro, su creador te da estas razones definitivas para dejar Windows y Linux abre sus puertas

El 14 de octubre de 2025 se aproxima como una fecha clave en la hoja de ruta tecnológica de millones de usuarios en todo el mundo. A partir de ese día, Microsoft dejará de proporcionar actualizaciones de seguridad para Windows 10, lo que representa un momento decisivo para quienes aún utilizan este sistema operativo. La situación plantea un dilema: aceptar la transición a Windows 11, lo que en muchos casos requiere adquirir un nuevo ordenador, o continuar utilizando un sistema sin soporte, con los riesgos de seguridad que ello implica. Sin embargo, lo que para muchos supone una amenaza o una imposición comercial, para Italo Vignoli, uno de los referentes de The Document Foundation y figura central en el desarrollo de LibreOffice, representa una oportunidad histórica para desligarse de Windows de forma definitiva.

-LibreOffice y el llamado a la libertad digital

LibreOffice surgió como una alternativa libre y de código abierto frente a la suite de productividad de Microsoft. Basado en el estándar OpenDocument, ofrece herramientas comparables a las de Office, sin costes ni limitaciones de licencia. Este paquete ofimático forma parte del ecosistema preinstalado en muchas distribuciones de Linux y es reconocido por su enfoque en la transparencia, la soberanía digital y la accesibilidad.

En una entrada reciente del blog oficial de The Document Foundation, Vignoli invita abiertamente a los usuarios de Windows 10 a evitar la actualización hacia Windows 11, proponiendo en su lugar una migración hacia Linux. Si bien Microsoft justifica el cambio argumentando mejoras en seguridad y rendimiento, desde LibreOffice se plantea una lectura distinta, en la que subyacen intereses económicos y estratégicos que afectan negativamente a los derechos del usuario final.

Según Vignoli, el modelo actual de Microsoft impone una serie de condiciones que van desde suscripciones periódicas y obligatoriedad de cuentas hasta dependencia de servicios en la nube. A esto se suma el creciente aumento en los requisitos de hardware, que deja fuera de la ecuación a equipos funcionales, empujando a los usuarios a realizar inversiones innecesarias. Desde esta perspectiva, se considera que la decisión de dar por finalizado el soporte de Windows 10 no responde a criterios técnicos legítimos, sino a una estrategia comercial orientada a maximizar las ventas de productos y licencias.

-Linux como alternativa viable y libre

El fin de Windows 10 no representa, según Vignoli, una pérdida de opciones, sino la apertura hacia una etapa de mayor autonomía tecnológica. Frente a las actualizaciones forzadas, la constante reconfiguración del entorno y la dependencia de un único proveedor, Linux y LibreOffice se presentan como alternativas maduras, robustas y preparadas para ofrecer una experiencia informática completa sin las restricciones impuestas por el ecosistema de Microsoft.

Desde la comunidad de LibreOffice se destacan varias ventajas del entorno Linux: la estabilidad y modernidad de sus sistemas, la posibilidad de utilizarlos en hardware más antiguo sin pérdida de rendimiento, y la plena compatibilidad con formatos de Microsoft gracias al uso del estándar ODF. Además, al tratarse de software libre, los usuarios tienen control total sobre sus documentos y configuraciones, sin estar sujetos a licencias, limitaciones contractuales o accesos restringidos.

-Reconociendo los desafíos de la migración

Aun así, Vignoli no niega que el paso a Linux puede suponer una curva de aprendizaje, especialmente para quienes han estado habituados al entorno gráfico y la lógica de funcionamiento de Windows. Muchas distribuciones intentan suavizar este proceso mediante interfaces intuitivas que imitan el aspecto visual del sistema de Microsoft. Sin embargo, el cambio requiere dedicación, exploración y cierta predisposición a aprender.

Consciente de ello, Vignoli sugiere adoptar una estrategia de transición gradual. Probar Linux desde una unidad USB o en una partición secundaria, explorar previamente la compatibilidad de las aplicaciones más utilizadas y consultar documentación o guías prácticas son pasos que pueden facilitar notablemente la adaptación. En su opinión, no se trata de una decisión que deba aplazarse indefinidamente: el fin del soporte de Windows 10 es un aviso claro de que ha llegado el momento de recuperar el control sobre los dispositivos personales.

-Alternativas emergentes ante el fin de Windows 10

En paralelo al crecimiento de interés por Linux, también comienzan a circular soluciones alternativas dentro del mismo entorno Windows. Algunas comunidades tecnológicas están desarrollando versiones personalizadas de Windows 10 que permiten seguir utilizando el sistema operativo sin necesidad de adoptar Windows 11 ni cambiar de equipo. Aunque estas variantes no están respaldadas oficialmente por Microsoft, representan otra vía para quienes desean mantener su entorno actual sin comprometer el rendimiento del hardware.

Sin embargo, para voces como la de Vignoli, este tipo de parches solo pospone lo inevitable. A su juicio, la verdadera solución pasa por apostar por ecosistemas abiertos y sostenibles, donde el usuario conserve su independencia y el software no esté condicionado por decisiones corporativas. En ese sentido, la combinación de Linux y LibreOffice se perfila como una alternativa ética, eficiente y totalmente funcional, especialmente adecuada para el contexto que se abre tras el adiós definitivo a Windows 10.