
A medida que se aproxima la fecha oficial del fin de soporte para Windows 10, las cifras de adopción de Windows 11 continúan dejando mucho que desear, tanto a nivel global como en mercados específicos como el español, donde la situación es incluso menos favorable. Desde hace tiempo, las estadísticas sugerían que Microsoft podría verse obligada a reconsiderar su estrategia. Finalmente, lo que parecía improbable ha ocurrido: la compañía ha anunciado la ampliación del soporte de seguridad para Windows 10 mediante el programa de actualizaciones de seguridad extendida (ESU).
Hasta ahora, el acceso al soporte extendido había estado reservado exclusivamente a clientes empresariales. Sin embargo, Microsoft sorprendió al confirmar que, por primera vez, también los usuarios particulares tendrían la posibilidad de acceder a dicho soporte, aunque inicialmente se contemplaba un coste aproximado de 30 euros anuales. Con este nuevo anuncio, la empresa da un paso más allá y comunica que ofrecerá un año adicional de actualizaciones de seguridad sin coste alguno, pero, como es habitual, no sin condiciones.
-Un soporte gratuito con letra pequeña
La ampliación del soporte se extiende hasta el 13 de octubre de 2026, y estará disponible de forma gratuita para aquellos usuarios que permanezcan en Windows 10. No obstante, para poder beneficiarse de esta extensión sin coste, será obligatorio utilizar la herramienta Windows Backup. Concebida originalmente como una solución para facilitar la migración de datos y configuraciones desde Windows 10 hacia Windows 11, ahora se ha convertido en un requisito esencial para seguir recibiendo parches de seguridad en el sistema operativo anterior.
El verdadero inconveniente de esta medida no radica en el uso de la herramienta en sí, sino en que Windows Backup impone de forma obligatoria la vinculación con una cuenta de Microsoft. Esta imposición ha generado un amplio rechazo entre quienes priorizan la privacidad y el control total sobre su sistema, incluyendo figuras destacadas como Elon Musk, que han expresado su oposición a esta clase de prácticas vinculadas a la creación de cuentas de usuario.
-Opciones para quienes rechazan usar una cuenta de Microsoft
Microsoft, consciente del descontento que puede generar esta obligatoriedad, ofrece una alternativa de pago. Los usuarios que deseen seguir recibiendo actualizaciones de seguridad sin emplear una cuenta de Microsoft podrán hacerlo mediante el abono de una cuota, o bien mediante la utilización de 1.000 puntos de Microsoft Rewards. La empresa también ha anunciado que pondrá a disposición de los usuarios un asistente de inscripción, el cual se desplegará mediante notificaciones y desde un nuevo apartado dedicado en la sección de configuración del sistema.
En cualquier caso, conviene recordar que esta ampliación del soporte no implica el regreso de nuevas funciones ni mejoras significativas en Windows 10. El sistema dejará de recibir actualizaciones funcionales en octubre, y lo único que se mantendrá vigente serán los parches de seguridad esenciales.
-El final de una era con condiciones
Para muchos usuarios, esta situación revive el sentimiento de control y libertad que ofrecía Windows 7, donde las decisiones no estaban condicionadas por mecanismos de cuenta ni procesos de sincronización forzada. Aun así, la opción gratuita podría considerarse un gesto a tener en cuenta, aunque limitado por requisitos que, en la práctica, condicionan la experiencia de quienes priorizan la autonomía sobre su entorno digital.
Mientras tanto, desde Genbeta se seguirá documentando cada paso del proceso, incluyendo la activación del soporte extendido, la configuración de Windows Backup y las implicancias de cada una de las opciones que Microsoft ha puesto sobre la mesa para los usuarios que decidan permanecer en Windows 10 más allá de su ciclo oficial de vida.