
El día de ayer marcó un hito relevante para Intel y NVIDIA, ya que ambas compañías confirmaron oficialmente una alianza que ha despertado una enorme expectación. No es para menos: este acuerdo tiene el potencial de transformar profundamente distintos ámbitos de la industria tecnológica y abrir la puerta a soluciones que podrían revolucionar tanto el sector profesional como el mercado de consumo.
Sin embargo, junto al entusiasmo también surgieron dudas, principalmente relacionadas con la combinación de CPUs Intel y GPUs NVIDIA RTX, y con el futuro de las tarjetas gráficas Intel. La pregunta más repetida ha sido clara: ¿supondrá esta alianza el fin de las GPUs Intel Arc? Aunque algunos medios se apresuraron a afirmar que sí, esta posibilidad ha sido desmentida por la propia compañía.
-Intel descarta abandonar sus GPUs
Desde Intel aclararon que, si bien no revelan con precisión sus planes a largo plazo, la colaboración con NVIDIA no sustituye su hoja de ruta interna, sino que la complementa. Esto significa que la compañía seguirá desarrollando y lanzando sus propias soluciones gráficas. Se trata de una decisión lógica y necesaria, respaldada por tres razones fundamentales.
En primer lugar, Intel ha invertido sumas millonarias en su división gráfica, tanto en el desarrollo de hardware como en la optimización de controladores y en tecnologías avanzadas como Intel XeSS 2. Abandonar esa inversión ahora sería un error estratégico difícil de justificar.
En segundo lugar, el mercado gráfico representa un sector con una importancia enorme, tanto en el consumo general como en el ámbito profesional. Es un negocio con un gran atractivo económico y competitivo, en el que Intel busca obtener una participación significativa, lo cual exige contar con soluciones propias.
Finalmente, disponer de una arquitectura gráfica propia es esencial para acompañar sus procesadores con GPUs integradas, un aspecto en el que no puede depender de NVIDIA. Además, estas arquitecturas permiten a Intel seguir impulsando la serie Arc, aunque su enfoque principal se mantenga en gamas media y baja.
-El futuro de Intel Arc y la próxima generación gráfica
La permanencia de Intel en el sector gráfico es, por tanto, un hecho confirmado. Y aunque su camino hasta ahora no ha sido sencillo, con la serie Battlemage la compañía ya ha demostrado una notable capacidad de mejora. Esto deja entrever que, con constancia y estrategia, Intel puede incrementar de manera sostenida su cuota de mercado a largo plazo.
El próximo paso decisivo será Celestial, la nueva arquitectura gráfica de Intel, que acompañará a los procesadores Panther Lake. Si bien se espera que la versión integrada llegue primero, la variante dedicada probablemente no debutará hasta 2026. Este lanzamiento será clave para definir el papel de Intel en la competencia con NVIDIA y AMD, y para consolidar su lugar dentro del mercado de GPUs.