
Desde su lanzamiento, Windows 11 ha estado en constante evolución, y una de las áreas que más atención ha recibido por parte de Microsoft es su interfaz. Pese a los esfuerzos iniciales de diseño, numerosas críticas y la percepción generalizada de que ciertos cambios no respondían a las expectativas de los usuarios han impulsado al gigante tecnológico a replantear varios componentes del sistema. Entre ellos, el menú Inicio ha sido uno de los más cuestionados, ya que muchos usuarios continúan añorando los enfoques visuales de versiones anteriores o recurren a herramientas de terceros para personalizarlo.
En respuesta a estas observaciones, Microsoft ha comenzado a desplegar un rediseño significativo del menú Inicio, que ya se encuentra disponible para su evaluación en las versiones preliminares del sistema. Aunque aún en fase de pruebas, los usuarios pueden acceder a esta nueva experiencia de uso e interactuar con un componente clave que, a casi cuatro años del lanzamiento inicial de Windows 11, finalmente empieza a acercarse a las demandas del público.
-Novedades del nuevo menú Inicio: estructura, personalización y funcionalidad
El rediseño del menú Inicio está siendo implementado en los canales Dev y Beta del programa Windows Insider, donde se han concentrado numerosos esfuerzos para corregir debilidades identificadas por la comunidad. Entre los principales cambios destaca la incorporación de una vista de una sola página, que organiza los elementos anclados y las aplicaciones instaladas en una sección de desplazamiento vertical. Este nuevo enfoque busca mejorar la accesibilidad y ofrecer una visualización más clara de los contenidos frecuentes del usuario.
Además, se introducen tres modos alternativos para visualizar la lista de aplicaciones: vista de lista clásica, cuadrícula y agrupación por categorías. Esta variedad responde a la necesidad de brindar mayor flexibilidad y control sobre la forma en que el usuario navega por sus programas instalados. Otro aspecto notable del rediseño es la posibilidad de ocultar la sección de recomendaciones desde la configuración del sistema, una opción largamente solicitada por quienes prefieren un menú Inicio más limpio y centrado únicamente en accesos directos definidos por el usuario.
-Disponibilidad gradual y activación anticipada mediante ViVeTool
Pese a que esta versión rediseñada del menú Inicio ya se encuentra disponible en las compilaciones más recientes de los canales Dev y Beta, Microsoft ha optado por implementar el cambio de manera escalonada. En consecuencia, no todos los usuarios que instalen la última versión de prueba tendrán acceso inmediato al nuevo diseño. Sin embargo, existe un método seguro y reconocido para forzar su activación de forma anticipada: el uso de ViVeTool, una herramienta de código abierto ampliamente utilizada por quienes desean habilitar funciones ocultas en Windows.
El procedimiento es relativamente sencillo. Primero, se debe descargar ViVeTool desde su repositorio oficial en GitHub y extraer los archivos en una ubicación de fácil acceso. A continuación, se abre una ventana del símbolo del sistema con privilegios de administrador y se navega hasta la carpeta donde se encuentran los archivos extraídos. Una vez allí, se ejecuta el siguiente comando:
vivetool /enable /id:47205210,49221331,49381526,49402389,49820095,55495322,48433719
Tras reiniciar el sistema, el nuevo menú Inicio debería estar activo. Cabe advertir que, al tratarse de una función en desarrollo, es posible que se presenten errores o comportamientos inesperados durante su uso. No obstante, se espera que estos problemas sean corregidos en futuras actualizaciones conforme se acerque su despliegue general para todos los usuarios de Windows 11.
-Un cambio que refleja escucha y adaptación
El rediseño del menú Inicio representa un paso importante en el esfuerzo de Microsoft por alinear su visión del sistema operativo con las expectativas reales de sus usuarios. Al introducir mayor control visual, nuevas formas de organización y opciones de personalización previamente ausentes, Windows 11 empieza a cerrar la brecha entre innovación y usabilidad. Aunque aún en etapa de pruebas, este nuevo enfoque sugiere que Microsoft ha tomado nota de las críticas, apostando por un diseño que, sin abandonar su identidad moderna, vuelve a centrarse en la experiencia directa y práctica del usuario cotidiano.