
Google ha puesto fecha al cierre de una era. La compañía confirmó que el Asistente de Google, uno de los pilares de su ecosistema móvil durante casi una década, tiene los días contados: su desaparición definitiva está prevista para marzo de 2026, momento en el que será reemplazado por Gemini, el nuevo asistente basado en modelos generativos.
La transición, que comenzó silenciosamente hace meses, ahora aparece mucho más definida. Aunque el anuncio no ha llegado mediante una nota de prensa ni un comunicado centralizado, sí figura en la página oficial de soporte de Android Auto, lo que sugiere que Google considera este cambio como un paso irreversible dentro de la evolución de su plataforma. A continuación, desgranamos lo que supone este movimiento, qué implica para los usuarios y cómo encaja en la estrategia de inteligencia artificial de la compañía.
-Un cambio anunciado: la lenta retirada del Asistente de Google
Google empezó a mover las piezas de esta transición en marzo de 2025. Desde ese momento, los dispositivos móviles comenzaron a recibir indicios de que el asistente tradicional dejaría paso a Gemini, una versión más avanzada que utiliza grandes modelos de IA capaces de interpretar lenguaje en contextos más amplios y ejecutar tareas más complejas.
El plan original contemplaba que el antiguo Asistente dejara de funcionar en la mayoría de smartphones a finales de 2025. Sin embargo, con la última actualización de la documentación de Google, la compañía extiende este periodo varios meses más. El soporte se mantendrá hasta marzo de 2026, una ventana adicional que parece pensada para facilitar una migración más ordenada, especialmente en ecosistemas como Android Auto o dispositivos que dependen profundamente de comandos de voz.
-Una fecha confirmada, pero un mensaje ambiguo
La notificación donde aparece esta nueva fecha no se encuentra en la página del Asistente de Google ni en la del propio Gemini, sino únicamente en el apartado de ayuda de Android Auto. Allí se lee una frase contundente: “El Asistente de Google seguirá disponible hasta marzo de 2026”.
El mensaje, sin embargo, deja abierta una duda importante:
¿se trata del final del asistente en toda la plataforma o solo en la capa vehicular de Android Auto?
Por ahora Google no ha ofrecido aclaraciones adicionales. Pero dado que la compañía ya había adelantado que el asistente clásico desaparecería de la mayoría de dispositivos en 2025, es razonable interpretar este nuevo dato como una confirmación del final absoluto del servicio en todo el ecosistema Android y no únicamente en su variante para automóviles.
-Diez años de historia: de revolución en voz a tecnología en retirada
Cuando se presentó en 2016, el Asistente de Google se convirtió en uno de los productos más avanzados de la compañía. Su combinación de procesamiento de lenguaje natural, reconocimiento de voz en tiempo real y conexión directa con los servicios de Google lo colocó en el centro de millones de dispositivos Android.
Permitía gestionar tareas, controlar dispositivos del hogar, obtener información contextual y responder preguntas en lenguaje cotidiano. Para muchos usuarios, especialmente durante la primera oleada de altavoces inteligentes, se convirtió en la forma más sencilla y directa de interactuar con el ecosistema Google.
Pero el panorama tecnológico ha cambiado radicalmente en menos de una década. La expansión de la IA generativa, impulsada por modelos multimodales capaces de razonar, interpretar imágenes, analizar textos extensos y mantener diálogos mucho más complejos, dejó al asistente clásico en una posición limitada. Frente a los gigantescos modelos actuales, el Asistente de Google es, en términos técnicos, un producto de otra época.
-Gemini, el sucesor diseñado para una nueva generación de asistentes
Gemini no es un reemplazo superficial. Se trata de un asistente construido directamente sobre la arquitectura de los modelos de IA de Google, con capacidad para procesar lenguaje natural de manera fluida, mantener memoria contextual durante la conversación e interpretar comandos complejos sin necesidad de scripts predefinidos.
A diferencia del Asistente de Google, Gemini puede:
- comprender instrucciones ambiguas y desglosarlas en acciones,
- interpretar imágenes o textos enviados por el usuario,
- mantener diálogos con contexto persistente,
- integrarse con aplicaciones externas mediante procesos de automatización más avanzados.
Google afirma que Gemini podrá ejecutar prácticamente cualquier orden que antes se le pedía al Asistente clásico, pero con una naturalidad más cercana a la conversación humana y con un potencial mucho mayor para la multitarea.
-Android, Android Auto y el reto de la transición
El entorno móvil es solo una parte del desafío. El cambio también afecta a:
- Android Auto, donde el asistente es una pieza esencial para la conducción segura sin manos;
- tabletas, que por su mayor superficie pueden aprovechar capacidades más visuales de Gemini;
- futuros dispositivos de hogar inteligente, donde Google planea integrar asistentes conversacionales más sofisticados.
El final del Asistente de Google implica que todos estos entornos deberán migrar a la arquitectura Gemini. Dado que en automoción no se puede permitir un asistente inestable o ambiguo, es probable que por eso la página de soporte de Android Auto sea la primera en reflejar fechas firmes.
-Un cambio que marca una nueva etapa para Google
Si algo deja claro esta transición es que Google quiere alinearse con el futuro que la industria ya ha asumido: los asistentes convencionales, basados en comandos preconfigurados y respuestas limitadas, están quedando atrás. La competencia desde OpenAI con ChatGPT Voice hasta Amazon con su Alexa renovada ya ha movido ficha hacia modelos generativos.
Para Google, Gemini será mucho más que un asistente: será el interfaz principal entre los usuarios y su ecosistema. El fin del Asistente de Google no es un simple cierre, sino el paso necesario para consolidar esta estrategia.
La despedida oficial llegará en marzo de 2026, pero la transición ya está en marcha. Y con ella, comienza una nueva etapa en la que los asistentes dejarán de ser meros intérpretes de comandos para convertirse en sistemas conversacionales inteligentes diseñados para acompañar cada interacción tecnológica de la próxima década.