
Durante años, Linux fue visto como el eterno aspirante del gaming en PC. Un sistema robusto, eficiente y seguro, pero sin una base sólida en la industria del entretenimiento digital. Hoy, esa narrativa empieza a cambiar. Los resultados más recientes de la encuesta de hardware y software de Steam para octubre de 2025 confirman un avance esperado: Linux ha superado el 3% de cuota de uso en la plataforma de Valve, un salto que, aunque modesto en cifras absolutas, marca un punto de inflexión en la historia del sistema operativo libre dentro del ecosistema del videojuego.
-Un crecimiento que refleja años de trabajo silencioso
La cifra, aparentemente pequeña, representa el resultado de un proceso que ha tomado casi una década. Desde la introducción de SteamOS en 2013 y la posterior llegada de Steam Deck en 2022, Valve ha impulsado una transformación profunda: convertir Linux en una alternativa viable para el jugador promedio.
El impulso de Proton, la capa de compatibilidad desarrollada por Valve para ejecutar títulos de Windows en Linux sin modificaciones, ha sido clave. Hoy, más del 90% del catálogo de juegos de Steam para Windows puede ejecutarse de manera estable en Linux, una cifra impensable hace solo unos años. Esa compatibilidad técnica sumada al crecimiento del hardware basado en Linux explica en buena medida este nuevo récord de adopción.
-Windows sigue dominando, pero el ecosistema se fragmenta
Pese al avance, el reinado de Windows continúa siendo abrumador. Según los datos más recientes, el 94,84% de los usuarios de Steam sigue utilizando alguna versión del sistema operativo de Microsoft. De ese total, Windows 11 concentra el 63,57%, seguido por Windows 10 con un 31,14%, mientras que el residual Windows 7 ya sin soporte oficial mantiene apenas un 0,9%.
En un terreno mucho más pequeño, macOS conserva el 2,11%, repartido entre múltiples versiones. Detrás aparece Linux, que con su 3,05% no solo mantiene su ventaja sobre el sistema de Apple, sino que consolida su papel como la alternativa real para quienes buscan una experiencia de juego fuera del ecosistema cerrado de Microsoft.
-Steam Deck: el catalizador del auge de Linux
Buena parte de este crecimiento no puede entenderse sin mencionar a Steam Deck, el dispositivo portátil de Valve basado en SteamOS, una distribución derivada de Arch Linux. Aunque Valve no separa los datos del hardware en su encuesta general, el peso de la portátil es evidente: aproximadamente un tercio del total de usuarios de Linux en Steam proviene directamente de SteamOS.
Arch Linux y sus derivadas dominan la escena:
- Arch Linux mantiene un 0,31%,
- EndeavourOS y Manjaro aportan un 0,13% combinado, mientras que Ubuntu y Linux Mint siguen siendo las opciones más populares entre los usuarios tradicionales, con cuotas del 0,53% y 0,42%, respectivamente.
- Fedora, por su parte, comienza a mostrar una tímida presencia con apenas 0,1%, pero con una tendencia creciente según los registros de Valve.
-Más diversidad, más madurez
Lo más interesante del informe de octubre no es solo el número total, sino la diversidad interna del ecosistema Linux. Distribuciones como Pop!_OS, CachyOS o incluso variantes de escritorio optimizadas como KDE Plasma empiezan a tener visibilidad entre los jugadores. Además, el auge de tecnologías como Flatpak que simplifica la instalación y actualización de juegos en múltiples entornos Linux está ayudando a consolidar una base de usuarios más amplia y cohesionada.
Esta expansión no es solo cuantitativa: también es cualitativa. Linux ha dejado de ser una plataforma experimental o de nicho para convertirse en un entorno funcional, accesible y con una comunidad de desarrolladores activa que mejora constantemente la compatibilidad con nuevos títulos.
-Hardware: un reflejo del cambio en el ecosistema gamer
En el terreno del hardware, los resultados de Steam muestran un panorama cada vez más equilibrado. AMD sigue liderando en procesadores, con un 67% de cuota, frente al 32% de Intel, mientras que en tarjetas gráficas la compañía de Lisa Su mantiene el liderazgo con 50%, dejando a NVIDIA con un 31% y a Intel con un 15%.
La mayoría de configuraciones cuentan con 16 GB de RAM y pantallas Full HD (1080p), un estándar que sigue marcando la norma para el jugador medio. Estos datos refuerzan una tendencia clara: los componentes de AMD, estrechamente integrados con el desarrollo de Steam Deck y con controladores optimizados para Linux, han impulsado un entorno más competitivo y mejor adaptado al sistema libre.
-Las estadísticas engañosas y el misterioso “sistema desconocido”
Como toda encuesta, los datos de Steam deben leerse con cautela. Las métricas de uso fluctúan, y Valve no siempre detalla con precisión qué sistemas operativos se incluyen bajo cada categoría. Desde finales de 2024, por ejemplo, el porcentaje de “sistemas desconocidos” ha ido en aumento, lo que sugiere que existen configuraciones híbridas o versiones personalizadas de Linux que el sondeo no logra identificar correctamente.
En el cierre de 2024, Linux llegó a rozar el 4% de cuota; hoy, en 2025, marca un 2,94%, aunque los expertos advierten que la caída es más bien estadística que real. La volatilidad de la medición sumada a los usuarios de Steam Deck que alternan entre sistemas dificulta un análisis absoluto.
-Más allá de Steam: el ecosistema gamer se expande
Aunque Steam sigue siendo la referencia indiscutible en el mundo del gaming para PC, no es el único escenario donde Linux avanza. Plataformas como Lutris, Heroic Games Launcher o Itch.io han contribuido a diversificar la oferta y a facilitar el acceso a juegos fuera del dominio de Valve. Este fenómeno demuestra que la comunidad gamer en Linux se está descentralizando, impulsando una cultura más abierta, experimental y menos dependiente de los grandes distribuidores.
-Un 3% que vale más de lo que parece
Superar el 3% no convierte a Linux en el protagonista del mercado, pero sí en un actor visible. En un panorama dominado históricamente por un único sistema operativo, alcanzar ese porcentaje simboliza el éxito de una visión: la de ofrecer un entorno abierto, personalizable y libre que pueda competir en igualdad de condiciones con plataformas propietarias.
Valve, sin grandes anuncios ni campañas mediáticas, ha logrado lo que durante décadas parecía imposible: hacer de Linux una opción legítima para jugar. Y aunque las estadísticas cambien mes a mes, el mensaje es claro: el gaming en Linux ya no es una promesa lejana, sino una realidad que está empezando a consolidarse.