El cementerio de los navegadores, 4 que corrieron el mismo destino que Internet Explorer

La evolución de la web está marcada por una larga lista de navegadores que en algún momento gozaron de popularidad, pero que con el tiempo quedaron relegados al olvido debido a cambios de motor, adquisiciones empresariales o pérdida de funcionalidades. Entre ellos destaca Netscape Navigator, cuyo declive abrió la puerta al nacimiento de Mozilla y, posteriormente, de Firefox. También existió Camino, que intentó llevar el motor de Mozilla al ecosistema nativo de macOS sin poder hacer frente al dominio de Safari y Chrome. Más adelante, en plena era de las redes sociales, Rockmelt buscó diferenciarse integrando el timeline social en la propia experiencia de navegación, aunque su cierre definitivo llegó tras su adquisición por Yahoo en 2013. Opera, por su parte, trató de innovar con Neon, un navegador conceptual que exploraba una interfaz experimental, aunque nunca llegó a consolidarse como producto estable ni a contar con soporte prolongado.

-Los orígenes: NCSA Mosaic

El verdadero punto de partida de todos estos navegadores se encuentra en NCSA Mosaic, considerado el precursor de Netscape y del propio Internet Explorer. Creado en 1993 por Marc Andreessen, Mosaic fue el primer navegador gráfico multiplataforma que popularizó la navegación por la web. Su importancia fue decisiva: no solo impulsó a Microsoft a desarrollar Internet Explorer, sino que también motivó a Andreessen a fundar Netscape Communications, una compañía clave en los inicios de la web comercial.

-Netscape Navigator: el pionero comercial

Netscape Navigator se convirtió en el navegador comercial de referencia en los años noventa. Sin embargo, tras la llamada “guerra de navegadores” contra Internet Explorer, su posición se debilitó hasta desaparecer. Pese a ello, su legado fue fundamental: sentó las bases de la navegación gráfica, fomentó la adopción de estándares abiertos y, sobre todo, dio origen al proyecto Mozilla y a la creación de Firefox. Las últimas versiones, ya bajo la propiedad de AOL, marcaron un lento declive que culminó con el cese definitivo de su desarrollo el 1 de marzo de 2008. Hoy, Netscape Navigator es recordado como una pieza histórica que abrió camino a los navegadores modernos.

-Rockmelt: la navegación social

En 2010 apareció Rockmelt, un navegador basado en Chromium que apostaba por integrar de forma nativa el timeline de redes sociales como Facebook y Twitter. Su propuesta era innovadora: convertir el propio “chrome” del navegador en un espacio conectado a las API de las principales plataformas sociales. Sin embargo, el modelo de negocio resultó insostenible, y tras su adquisición por Yahoo en agosto de 2013, su cierre se produjo apenas un mes después. Aun así, Rockmelt dejó huella en la forma en que los navegadores actuales incorporan extensiones e integraciones sociales en sus páginas de nueva pestaña y barras de herramientas.

-Camino: el puente entre Gecko y macOS

Camino nació en 2002 bajo el nombre de Chimera y fue renombrado en 2003. Su objetivo era ofrecer una interfaz nativa para macOS utilizando el motor Gecko, en un momento en que Firefox todavía no estaba completamente optimizado para el ecosistema de Apple. Sin embargo, la aparición de Safari como navegador predeterminado en Mac y el lanzamiento de Chrome en 2008 hicieron que su base de usuarios se redujera de forma drástica. Finalmente, el 30 de mayo de 2013 se anunció oficialmente el fin de su desarrollo. Pese a su desaparición, Camino desempeñó un papel importante como banco de pruebas para integrar Gecko en la experiencia de OS X y como alternativa cuando Firefox aún no ofrecía plena compatibilidad.

-Opera Neon: un laboratorio de ideas

En 2017 Opera presentó Neon como un “concept browser”, un experimento visual que exploraba nuevas metáforas de uso en la navegación. Su interfaz se basaba en burbujas y en una gestión más visual de las pestañas, además de ofrecer funciones novedosas como el modo de pantalla dividida, el vídeo emergente y una galería integrada para capturas. Aunque estaba construido sobre el motor Blink, Neon se diseñó desde cero como un prototipo ligero, sin ad-blocker, extensiones ni funciones avanzadas como VPN. Sin embargo, careció de un plan de desarrollo a largo plazo y quedó sin actualizaciones ese mismo año. La propia Opera explicó que su propósito no era reemplazar al navegador principal, sino inspirar nuevas líneas de diseño que más tarde podrían incorporarse a su producto oficial.