
La herramienta de búsqueda integrada en Windows nunca logró conquistar a los usuarios. Durante décadas, millones de personas han preferido instalar programas de terceros como alternativa para localizar con rapidez documentos, imágenes o aplicaciones guardadas en sus discos. Aunque Microsoft ha intentado en repetidas ocasiones mejorar esta función mediante actualizaciones y nuevas características, la percepción general se mantuvo: la búsqueda nativa del sistema operativo era poco eficiente y demasiado limitada.
-Nuevas señales en Edge Canary
La situación podría estar a punto de dar un giro. Diversas alertas descubiertas en la versión preliminar de Edge Canary revelan que Microsoft trabaja en una integración sorprendente: permitir que las búsquedas realizadas desde la barra de tareas de Windows 11 se abran directamente en el navegador que el usuario tenga configurado como predeterminado. Este hallazgo, identificado por el conocido filtrador Leopeva64 en la red social X, apunta a un cambio profundo en la manera en la que los usuarios interactuarán con el sistema.
-El fin de la exclusividad de Edge y Bing
Hasta ahora, al escribir cualquier consulta en el cuadro de búsqueda de Windows 11, el sistema ignoraba la elección del usuario y forzaba la apertura de Microsoft Edge acompañado de Bing. Esto generó años de críticas, acusaciones de prácticas anticompetitivas y frustración entre quienes preferían utilizar Chrome, Firefox u otros navegadores. Si las pruebas actuales prosperan, las búsquedas podrán finalmente abrirse en el navegador y motor de búsqueda elegidos, lo que en la práctica supone un cambio radical en la filosofía de Microsoft.
-Un cambio que empezó en Europa
Conviene recordar que esta flexibilización no nace de un gesto altruista por parte de la compañía. Desde marzo de 2024, la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea (DMA, por sus siglas en inglés) obliga a las grandes tecnológicas a ofrecer más opciones y evitar la vinculación forzosa de sus servicios. En ese contexto, Microsoft ya había introducido esta novedad dentro del Espacio Económico Europeo, pero su alcance se limitaba a esa región. Ahora, la novedad empieza a extenderse a nivel global, lo que marca un antes y un después para los usuarios de Windows en todo el mundo.
-¿Qué se espera en la práctica?
Si los cambios detectados se consolidan, Windows respetará la configuración del usuario en su totalidad. Esto significa que, si alguien utiliza Chrome como navegador predeterminado y Yahoo o Google como motor de búsqueda, las consultas realizadas desde la barra de tareas se abrirán bajo esos parámetros. En la actualidad, esta función se encuentra en fase experimental y únicamente disponible en Edge Canary, pero la expectativa es que en los próximos meses se expanda a las versiones estables de Windows 11.
-Implicaciones para el futuro del ecosistema
El impacto de este movimiento va más allá de la comodidad de los usuarios. La posibilidad de elegir libremente navegador y motor de búsqueda en una de las funciones más utilizadas del sistema operativo desafía directamente el control histórico que Microsoft ejercía sobre este terreno. Además, abre la puerta a una mayor competencia en el mercado de navegadores y motores de búsqueda, donde Chrome y Google llevan años liderando, mientras que Edge y Bing luchan por consolidarse.
-Sin confirmación oficial
Por el momento, Microsoft no ha emitido ningún comunicado oficial sobre la llegada de esta característica. Todo apunta a que se trata de una fase de pruebas que podría expandirse en breve, aunque también cabe la posibilidad de que quede como un simple experimento sin continuidad, algo que ya ha ocurrido en el pasado con otras funciones en Windows.
El descubrimiento de estas banderas en Edge Canary anticipa lo que podría convertirse en una de las modificaciones más significativas en la historia reciente de Windows, devolver al usuario el control sobre cómo y dónde realizar búsquedas desde el propio sistema operativo. Aunque el cambio todavía no es definitivo, marca una clara señal de que las presiones regulatorias y las críticas constantes están forzando a Microsoft a modificar prácticas que durante años parecían inamovibles.