¡Alerta! El final de Windows 10 se acerca y la mayoría de los ordenadores no están listos

Todo tiene un principio y un final, y Windows 10 no es la excepción. El incombustible sistema operativo de Microsoft, que durante años ha dominado el mercado global, ya tiene fecha marcada para su despedida oficial. No desaparecerá de manera inmediata ni dejará de funcionar de un día para otro, pero la compañía de Redmond dejará de ofrecer soporte, lo que implica el fin de las actualizaciones de seguridad y de los parches correctivos. A partir del 14 de octubre, los equipos que continúen utilizando esta versión quedarán expuestos a vulnerabilidades y riesgos de ciberseguridad que, con el tiempo, pueden comprometer tanto la estabilidad del sistema como la información personal de los usuarios.

-La situación y la cuota de mercado

Aunque a nivel mundial la cuota de mercado de Windows 10 y Windows 11 se mantiene relativamente equilibrada. Más de la mitad de los usuarios en torno al 54% continúa utilizando Windows 10, lo que refleja una dependencia significativa de un sistema operativo que ya tiene fecha de caducidad en cuanto a soporte oficial. Esta situación obligará a millones de personas a tomar una decisión en las próximas semanas, aunque el camino hacia la actualización no es igual de sencillo para todos.

-Las dificultades para actualizar a Windows 11

Uno de los grandes obstáculos es que muchos ordenadores que funcionan actualmente con Windows 10 no cumplen los requisitos mínimos de Windows 11. La compatibilidad de la nueva versión está limitada a procesadores específicos y exige la presencia del módulo TPM 2.0, lo que deja fuera a una gran cantidad de equipos que, a pesar de ser plenamente funcionales, no pueden dar el salto al nuevo sistema. En estos casos, la única opción es realizar una actualización de hardware que no siempre es viable económicamente o adquirir un nuevo dispositivo. Para muchos usuarios, esta exigencia supone un dilema, ya que sus equipos todavía ofrecen un buen rendimiento bajo Windows 10.

-Opciones para los usuarios y el futuro de Microsoft

Ante este panorama, Microsoft ha puesto sobre la mesa una alternativa temporal: las actualizaciones de seguridad extendidas para Windows 10, disponibles mediante el pago de una cuota anual. Sin embargo, esta opción solo aplaza lo inevitable, ya que en algún momento la compañía pondrá fin también a este programa. Los usuarios, por lo tanto, se enfrentan a distintas posibilidades: continuar con Windows 10 asumiendo los riesgos de seguridad, invertir en hardware nuevo para poder adoptar Windows 11, o explorar sistemas operativos alternativos como Linux, que en los últimos años ha ganado terreno como una opción estable y gratuita.

En paralelo, crecen los rumores sobre la llegada de Windows 12, la próxima gran versión del sistema operativo de Microsoft. Aunque todavía no existe un anuncio oficial, las especulaciones apuntan a que la compañía podría presentar novedades en los próximos meses. Hasta entonces, la decisión sigue estando en manos de los usuarios, que deberán evaluar sus necesidades y recursos para definir el futuro de sus equipos en un escenario donde Windows 10 se encamina inexorablemente hacia su final.