Ahorra espacio fácil, puedes comprimir las imágenes en Windows 11 sin apps de terceros

Microsoft continúa trabajando intensamente en el fortalecimiento de Windows 11, y esto no es una sorpresa si se considera el contexto actual. A pocos meses de que Windows 10 llegue al final de su ciclo de vida salvo para quienes opten por pagar por soporte extendido, Windows 11 todavía no logra imponerse como el sistema predominante. De hecho, sigue siendo la segunda versión más utilizada, por detrás de su predecesor. Ante este escenario, la compañía de Redmond ha optado por una estrategia dual: por un lado, presiona a los usuarios para que realicen la migración, y por otro, incorpora mejoras progresivas que buscan consolidar a Windows 11 como una plataforma más atractiva. Afortunadamente, en esta ocasión el foco está puesto en lo segundo.

-Compresión inteligente: imágenes más livianas sin sacrificar calidad

Una de las funciones más recientes que Microsoft ha comenzado a desplegar en Windows 11 es la posibilidad de comprimir imágenes directamente desde el menú de compartir, sin modificar su resolución original ni recurrir a editores externos. Esta herramienta ha sido también integrada en las aplicaciones Paint y Fotos, pero su verdadero valor radica en la rapidez y simplicidad de uso. Basta con seleccionar una imagen en el Explorador de archivos para que el sistema sugiera automáticamente su compresión, antes de compartirla por correo electrónico, servicios en la nube o aplicaciones de mensajería. Todo esto se realiza sin necesidad de recortar, redimensionar o convertir el archivo.

La función ofrece tres niveles de compresión: bajo, medio y alto. Según las pruebas divulgadas, una imagen de 4,26 MB puede reducirse a 1,38 MB en la compresión alta, a 406 KB en la compresión media, y hasta 204 KB en la compresión más intensa. Lo más destacable es que la resolución permanece intacta, por ejemplo, 4.032 × 3.024 píxeles gracias a que el proceso actúa exclusivamente sobre la codificación JPEG, sin alterar la estructura espacial de la imagen. En consecuencia, los archivos resultantes siguen siendo perfectamente útiles para presentaciones, documentos o publicaciones en la web.

-Adiós al redimensionado manual: una solución técnica más precisa

A diferencia de los métodos tradicionales utilizados en Paint o Fotos, donde para reducir el peso de una imagen era necesario modificar sus dimensiones, esta nueva herramienta permite mantener el tamaño visual y estructural de la imagen intacto. Hasta ahora, quienes necesitaban enviar imágenes de menor tamaño recurrían con frecuencia al redimensionamiento manual, lo que implicaba el riesgo de distorsionar proporciones o perder nitidez. Esta nueva alternativa elimina ese conflicto, permitiendo reducir el tamaño del archivo sin afectar su apariencia, lo que resulta ideal para quienes necesitan preservar el diseño original con fines de edición o impresión posterior.

-Una herramienta discreta pero eficaz para el día a día

Aunque esta función puede parecer secundaria en comparación con otras innovaciones del sistema operativo, su utilidad es evidente en contextos cotidianos. Resulta especialmente valiosa para quienes deben enviar imágenes por canales que imponen límites de tamaño como algunos servicios de correo electrónico o formularios en línea, y también para quienes manejan grandes volúmenes de imágenes en entornos con almacenamiento limitado. Profesionales como docentes, diseñadores, técnicos o creadores de contenido pueden beneficiarse notablemente de esta mejora. Además, el hecho de poder elegir el nivel de compresión según la urgencia, el canal de envío o la calidad requerida, añade una capa de flexibilidad muy práctica.

-Integración nativa y despliegue progresivo

Actualmente, la función ya se encuentra disponible fuera del canal Insider, aunque su implementación aún no es completamente uniforme. Algunos usuarios han comenzado a verla activa en instalaciones estándar de Windows 11, mientras que otros deberán esperar a que su sistema reciba la actualización correspondiente. No obstante, la característica no requiere configuración previa ni instalación adicional: aparece de forma nativa dentro del menú de compartir y se activa automáticamente al seleccionar una imagen. Esta integración directa refuerza su carácter práctico y su facilidad de acceso, sin necesidad de pasos intermedios ni de recurrir a software externo.

-La importancia de los detalles bien pensados

Es común que este tipo de incorporaciones pasen desapercibidas frente a las grandes novedades mediáticas del sistema operativo, pero precisamente son estas pequeñas mejoras las que terminan moldeando la experiencia diaria del usuario. No buscan reinventar lo que ya existe, ni acaparan titulares, pero resuelven con eficiencia problemas cotidianos. En un ecosistema tecnológico saturado de soluciones redundantes, se agradece que Microsoft se enfoque en lo esencial: facilitar la vida del usuario. Y en ese sentido, esta nueva función de compresión es un ejemplo claro de cómo el software, cuando está diseñado con atención al detalle, también puede ser una herramienta que respeta y optimiza el tiempo de quienes lo utilizan.